Venezuela es un solo alarido

30 de julio

U na fecha fue determinada por la cúpula del Hamponato Mandante para anunciar e instrumentar a través de sus operadores como el CNE, la imposición de elecciones para 500 aspirantes de la Asamblea Constituyente Comunal. En su desesperado afán por imponer atrabiliariamente esta aberración, la Dictadura aceleró su determinación para imponer una convocatoria y unas elecciones anticonstitucionales a la vez que desplegó toda su saña represiva y delictiva contra todos los ciudadanos indefensos que repudian abiertamente ésta medida y abogan por elecciones generales con carácter urgente por las ingentes necesidades que apremian en Venezuela.

Por si fuera poco, los periodistas de los medios impresos y audiovisuales han sido brutalmente reprimidos por las llamadas “fuerzas del orden”: guardias y policías nacionales, quienes se han caracterizado por su conducta transgresiva y delictiva ante la ciudadanía.

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Cercados por todo un país

Y no es para menos la desesperación de la Dictadura. Perderán los privilegios y tendrán que responder ante la justicia nacional e internacional por los crímenes cometidos atribuidos a la cúpula del Hamponato Mandante, como de sus adláteres, subordinados militares y asociados dentro del hampa común, comprometidos en las represiones, torturas y asesinatos ocasionados en las protestas actuales.

La dirección política partidista de la oposición, ha anunciado que las estrategias de manifestación pacífica se radicalizarán por la celeridad y la inminencia de los tiempos para imponer su agenda electoral. En ese sentido ya lo anunciaban dirigentes como el gobernador Henrique Capriles, los llamados “funcionarios policiales” han sido instruidos para que acentúen el carácter fuertemente represivo contra los manifestantes y los principales responsables de dar a conocer lo que ocurre en Venezuela durante las protestas. Y es que ésta huida hacia adelante, no significa otra cosa, sino la desesperada determinación de la Dictadura por llevar a cabo una elecciones completamente chimbas, espurias y anticonstitucionales frente al cerco de todo un país que protesta en contra.

Esa expresión de rechazo nacional ha alcanzado las localidades más remotas en el norte, sur, este y oeste del país. Los manifestantes han sido ferozmente reprimidos, perseguidos y encarcelados. Se habla de un parte de más de 60 muertos en poco más de dos meses. Adicionalmente la represión de la dictadura ha generado más de 1000 heridos y centenares de detenidos.

No obstante, los ciudadanos han demostrado con su conducta la determinación de oponerse enconadamente a las elecciones de la Asamblea Constituyente Comunal y en su lugar redoblan su resolución de rechazarla y  demandar todas las condiciones exigidas desde el año pasado para levantar las manifestaciones.

Todo o nada

Con carácter de urgencia, los venezolanos exigen a la dictadura la realización de elecciones generales como prioridad, exigencia acompañada de liberación incondicional de todos los presos políticos, respeto a la majestad de la Asamblea Nacional y permitir el inevitable  canal humanitario.

Mientras tanto, millones de venezolanos se pronuncian en contra de la Constituyente Fraudulenta, cuya elección fue pautada en tiempo récord, desde el 1 de mayo; cuando fue anunciada por Nicolapso y formalizada para el 1 de julio por esa Secretaría de Miraflores, llamada el CNE, quien de paso anuncia entrampada en las propias telarañas de la Dictadura que la campaña electoral para la Constituyente Chimba también tiene fecha: el 9 de junio y termina el 27. A escasos tres días de los comicios para los que La Dictadura ya tiene candidatos. Ya se pagó y se dió el vuelto.

Así como arrecía la opresión, la censura y el terror que quiere imponer la Dictadura para evitar la protesta generalizada; del mismo modo, la ciudadanía en todo el país se ha rebelado con valentía, aun a costa del ingente sacrificio en vidas, presos y heridos que continúan enlutando a nuestro país.

 La Dictadura sigue a sangre y fuego avanzando hacia el 30 de julio a espaldas de los ciudadanos venezolanos con la intención de imponer una Asamblea Constituyente a través de un proceso fraudulento sin la convocatoria popular a un referendo consultivo, hecho que pasa por encima de los preceptos constitucionales.

Sin embargo, pese a la enconada represión y la violación obscena de los derechos humanos de las personas que están dispuestos a impedirlo, los venezolanos en su inmensa mayoría estamos unidos y convencidos para impedir de una vez y para todas, una Constituyente cubana que no resolverá en lo absoluto la satisfacción de las apremiantes necesidades vitales. Muy por el contrario traerá más hambre, miseria y opresión. Venezuela se juega entonces, el todo por el todo para impedir la consumación de unas elecciones en las que se nos va la vida.

Pepe Mijares @pepetex

6 de junio de 2017

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