Valencia 12 de julio de 2016

Resurgir como el Ave Fenix

Frente a una sociedad que eclosiona por todos lados urge rescatar el sentido común de la responsabilidad, la convivencia, la solidaridad y el respeto. Es inadmisible que, desde la visceralidad y la barbarie, el ser humano se pierda en el abismo de sus más bajos instintos. La trascendencia del asunto no está circunscrito sólo al origen o la causa del trastorno que viene agravándose en la sociedad venezolana. Es una alteración tan grave la que viene afectando el tejido más íntimo de nuestra sociedad que sin lugar a dudas, amenaza con su propia desintegración.

Es justamente en trances como el que atraviesa el país, con una crisis alimentaria colosal, una escasez sin parangón y una situación de inseguridad e inestabilidad política y económica inédita a lo largo de nuestra historia republicana que los venezolanos tenemos al frente, quizás el más grande de los desafíos: resurgir como el ave Fénix de sus cenizas.

Obviamente, que la auténtica tarea de reconstrucción comenzará cuando los venezolanos salgamos de la situación de oprobio bajo la que nos encontramos. Léase bien, no significa tan sólo salir del sistema político y el modelo económico cuyo fracaso ha sido sobradamente registrado a lo largo de la historia del siglo XX.

Significa en todo caso, reinventarnos, extraer todas las destrezas, habilidades y experticias de nuestro bagaje, tanto de quienes ya tenemos algunos añitos, como de aquellos más jóvenes que con toda seguridad, acudirán para incorporarse a la tarea en la que todos sumamos para aportar nuestro granito de arena a la obra que con el favor de la dirección correcta se encaminará hacia la urgente reconstrucción nacional.

Un derrotero que con toda seguridad conllevará sacrificios, convicción y mucho, mucho, trabajo duro. Significará entonces prepararnos y aquilatar nuestras aptitudes para los ingentes desafíos que estarán por asomarse en el próximo horizonte de nuestra existencia como República.

Pepe Mijares

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