E
n los días por venir y con la agudización de la catastrófica crisis que azota a nuestro país, pretende despejarse la difícil ruta hacia un desenlace. El 1 de septiembre despunta como una fecha de ruptura frente a una circunstancia adversa que desde la perspectiva de un horizonte de cambio es clamado por millones de compatriotas convocados desde cada confín de nuestra geografía para confluir en Caracas, la capital, el centro de la República, en la que posiblemente sea la más grande concurrencia de personas con un mismo objetivo, realizada desde el 11 de abril del 2002 para reclamar un derecho que es de todos y nadie puede quebrantar. Venezuela es observada por todo el mundo. Los venezolanos no pueden ser ajenos a los vientos de cambio que soplan, vientos que podrían también devenir tempestades.
El CNE, cuya dudosa independencia del poder presidencial queda una vez más demostrada, trata de inhibir la voluntad popular al confundir y tratar de desestimular a la mayoría de los venezolanos que demandamos urgentemente un cambio en la desastrosa situación que viene embargando a nuestro país.
En medio de una escases inaudita de alimentos, medicinas, inflación desatada, inseguridad ante el hampa, inseguridad por nuestro trabajo, propiedades y represión de la policía junto a las fuerzas armadas y colectivos armados del régimen, los venezolanos sabemos que la única manera de lograr modificar la balanza de los acontecimientos que vienen consternándonos no puede ser otra que la realización del Referendo Revocatorio.
El 1 de septiembre podría entonces ser considerado como un hito en la historia contemporánea del país. Porque a partir de entonces comenzarían a disiparse las dudas y a modificarse el hartazgo colectivo por la imposición de una camarilla que pretende atornillarse en el poder.
Desde éste espacio aspiramos ampliar las posibilidades de información que, dadas las circunstancias ya conocidas, han limitado la libertad de expresión en los medios tradicionales. Sirva entonces Internet y ésta contribución como punto de referencia y válvula de escape, frente al cerrojo impuesto por la dictadura para informar a Venezuela y el mundo lo que pasa aquí.
15 de agosto de 2016
Pepe Mijares/ @pepetex
