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on innumerables los venezolanos que coincidimos en las colas para adquirir pan. Lo revelador es que muchos de esos mismos venezolanos se acercan también a los puestos informales donde en plena calle venden queso, carne o cualquier producto de primera necesidad para alentar a los compradores a participar en las protestas por venir. Allí, los que pueden comprar un pedazo de queso para redondearse el almuerzo o aquellos afortunados que llevan un cartón de huevos a su casa; todos sin excepción, drenan su molestia por la   escasez y la inflación. Mas eso sí: no dejan pasar la oportunidad de exteriorizar la imperiosa necesidad de encontrarnos en la calle, para reclamar a partir del 12 de octubre, el inicio de una trascendental jornada de protestas nacionales que tendrá como desenlace los días 26, 27 y 28 de octubre.

Tres días decisivos

Serían tres días decisivos donde se desplegarían con las limitaciones impuestas por el Concejo Nacional Electoral, tan sólo la cantidad de 5.392 máquinas de votación en todo el país para recoger el 20% (3.893.128) de manifestaciones de voluntad como mínimo para cada región del país.

Pero las dificultades interpuestas por esta especie de secretaría de Miraflores, conocida como CNE no terminan aquí. Adicionalmente y pasándole la aplanadora a la Constitución de la República de Venezuela, la imposición de las autoridades, si así puede denominárseles, es la de impedir a cualquier costo, la celebración de la consulta refrendaria. Para ello, no les bastó con tratar de desmoralizarnos para quebrarnos la esperanza. No, también anticipan fechas desmotivadoras, 28 y 29 de noviembre, para aprobar un resultado cuyo horizonte auspicioso todos, aun los más cegatos, están en capacidad de ver.

En ese sentido, los venezolanos en abrumadora mayoría y limitados en contra de su voluntad para ejercer su derecho intransferible, enviarán un mensaje decisivo ante el mundo, no sólo por su presencia en la masiva concurrencia, sino a través del registro pormenorizado de los presentes, como se multiplicarán con creces los números requeridos para emplazar éste mismo año a las autoridades y avanzar en consecuencia con firmeza y determinación a pesar de todos los obstáculos en la activación del Referéndum Revocatorio.

 

Un mes de reclamos para demandar el 20%

Y ante éste desquiciante atropello a los venezolanos, viene una jornada rotunda de protestas para exigir el 20% nacional de manifestaciones de voluntad por la activación de la consulta electoral para salir de Nicolás Maduro. Esta lucha comienza el 12 de octubre con la llamada Toma de Venezuela que comprenderá como su nombre lo dice la protesta firme, pacífica y democrática en las calles de las principales ciudades y pueblos del país y también fuera de él, donde una gigantesca diáspora de venezolanos hará lo propio, acompañados de ciudadanos, medios de información, Organizaciones no Gubernamentales e instancias regionales del sistema internacional como la OEA o el Parlamento Europeo.

 

El desenlace está próximo

Son innumerables las razones para presionar por condiciones justas para realizar el Referéndum Revocatorio como lo contempla la principal carta de navegación, la Constitución de Venezuela, y será sin duda a través de una participación multitudinaria en estos días de desagrado generalizado, producto de la escalonada y demencial escasez, adicionada al desquiciado incremento en el costo de la vida y el avasallante paso de la inseguridad lo que detonará mucho más la indignación popular

El 12 de octubre será un día destinado a tomar las calles del país. Y por lo que se ve venir la llamada Toma de Venezuela, superará con creces la histórica Toma de Caracas el 1 de septiembre que alcanzó de acuerdo con los cálculos más conservadores más de un millón de personas que inundaron la capital por los cuatro costados. En las extensas y extenuantes colas de la supervivencia en Venezuela se sabe que pronto despertaremos de ésta pesadilla.

8 de octubre de 2016

Pepe Mijares/ @pepetex